La exigüidad de escenarios, falta de vestuarios acordes en muchos casos, los costos de la competencia, temas complejos. Se habría bajado Defensores de Hinojo.
La institucionalización de la Primera B de Olavarría en el ámbito liguista fue un verdadero soplo de aire fresco a los esquemas tradicionales.
Nuevas entidades, la obligación de constituirse como tal, y la posibilidad de ascender al fútbol grande fue todo un desafío .
Si a eso se agrega que los participes debían sumar tres divisiones de formativas y Fútbol Femenino, el derrotero no es para cualquiera.
Fabricio Schneider, dirigente de las huestes de la administración de Javier Frías, se convirtió en el referente de la categoría dedicándole largas horas y atendiendo todos los frentes sin esconder nada.
Es cierto que en líneas generales el torneo se viene cumpliendo, aunque en el día a día hay alternativas difíciles de sortear y que exceden la buena voluntad de sus protagonistas.
Los costos en arbitrajes y traslados, hacerse cargo de la seguridad sin uniformados en muchos casos, en un deporte que encierra tanta pasión no es cosa fácil.
La exigüidad de escenarios, mas que nada por falta de vestuarios acordes, es todo un tema.
En la reciente jornada tras el partido entre Independiente de Colonia San Miguel y Colonias y Cerros se registraron disturbios camino a los vestuarios.
Los allegados a Colonias y Cerros nos manifestaron que la pasaron mal por improperios surgidos en allegados al cuerpo técnico local.
Por otro lado varios árbitros habrían mostrado su disconformidad debido a la poca seguridad para con su indumentaria por la precariedad de algunas instalaciones.
Como si esto fuera poco, Defensores de Hinojo ya habría comunicado ( no se informó aun oficialmente), su deserción del Torneo ya que su participación les resulta inviable.
Horas claves para este segundo escalón del fútbol olavarriense que se debate ante carencias complejas de sortear.