Perdía uno a cero, lo terminó ganando por dos a uno, no sin sufrir ante el pitazo final. Comentario y síntesis de lo acontecido.
Los recursos de Ferro llegaron en el segundo tiempo y desde el banco.
La enorme tarea de Lorenzo Ferrara, la figura carbonera, la repentización de Quimey Marín para escabullirse de los defensores pampeanos, mas el despliegue de Borda y Rodríguez Acosta, cambiaron en el segundo período el trámite de un partido complicado para Ferro, que fue superado durante la primera etapa y que en desventaja en el complemento tuvo el temple, la faz anímica y la serenidad para no bajar los brazos y revertir un trámite que hasta casi la media hora de la parte final fue muy incómodo.
Los primeros cuarenta y cinco minutos fueron de la visita. Con buen dominio de pelota, fue mas en la zona de gestación, donde se destacaron Rivadero, Azcurra ( gran tarea), y Gabriel Flores que tuvo a mal traer a la zaga carbonera, y que tempranamente ( iban 7’) estrelló una pelota en la base del palo izquierdo de Fernández.
Ferro durante todo el período inicial, salvo un prematuro remate de Troncoso que se perdió afuera apenas, no inquietó al arquero Cabrera que paso una etapa primaria sin sobresaltos.
El gol de Alvear a los 11’ de la faz final parecía anticipar un final no deseado. Darío Rivadero pescó una pelota en la puerta del cuadro menor después de una seria de desajustes defensivos, tras un centro, y la mandó adentro.
Felizmente no fue así. Ferro comenzó a tomar protagonismo, hubo un par de llamados de atención por parte de Pierce y Ferrara.
A los 25 ‘ tres tiros de esquinas consecutivos obligaron a denodados esfuerzos del portero Cabrera que en lo que se jugaban ya del período final había trabajado mucho mas que en toda la etapa primaria.
A los 29 ‘ llegó el buscado y tan ansiado empate.
Balbuena cruzó una pelota a la altura de la mitad de la cancha, alargó para Ferrara, y éste con un centro medido desde la punta derecha ( el primero que le llegó a Pierce), se la dejó servida a “Nacho” que ganándole a todos, casi debajo del arco, ante un arquero que no alcanzó a cortar, con un potente cabezazo, infló la red.
Era el mejor momento de Ferro, aunque Alvear le dio un llamado de atención sobre los 32’ llegando con peligro hasta el arco de Fernández.
Pero tres minutos mas tarde, un tiro libre desde la izquierda para los carboneros. Lorenzo Ferrara se encargó de ejecutarlo, centro pasado y Franco Hammersmichdt, totalmente descuidado por la defensa pampeana, ingresado por la derecha, colocó un frentazo inalcanzable para Cabrera.
Lo que quedó por jugarse fue dramático. Alvear buscando la heroica ante un Ferro peligrosamente tirado atrás.
Con mas de diez minutos de adicional llegó el pitazo de cierre muy festejado como tenía que ser.
Ferro ganó por la meritoria reacción del segundo tiempo. Es cierto que desde lo futbolístico no fue la mejor versión del carbonero, pero el rival también juega y en un deporte de plena oposición como es el fútbol eso tiene mucho que ver.
Vale el factor anímico, las respuestas que llegaron desde la banca, torcer un trámite que no lo favorecía, argumentos que justifican una trabajosa y difícil victoria.
Sin control de juego en el medio, sin poder desbordar por las puntas, con problemas para generar situaciones de gol, que fueron las postales del primer tiempo para Ferro, no se repitieron en el complemento y eso fue muy bueno en pos del objetivo que finalmente se logró.
Síntesis:
FERRO ( 2): Fernández, Alan Benítez, Balbuena, Raponi, Boungiorno, Borda, Gargaglione ( Rodríguez Acosta), Hammersmicht, Cardozo ( Marín), Pierce y Troncoso ( Ferrara). DT: Gustavo Romanello
ALVEAR FC ( 1) : Cabrera, Viangule, Casas, Barón, Céspedes, Sosa ( Smaldone), Rivadero ( Vidales ), Azcurra, Flores, Parodi, y Morete. DT: Carlos Lovera.
GOLES: ( en el segundo tiempo)
11 ‘ Darío Rivadero ( A) – 29 ‘ Ignacio Pierce ( F) – 35’ Franco Hammersmicht ( F)
Amarillas: Raponi, Pierce y Marín en Ferro; Cabrera, Viangule, Casas, Céspedes, Parodi y Smaldone en Alvear F.C.
Juez: Diego Novelli ( 7)
Público: 1500 personas
Estadio: Domingo Colasurdo
Texto: Carlos Zangara