El Fortín no pudo con Huracán en White

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Califican al partido de durísmo y nada sencillo, según la prensa bahiense.

Con la misma sintonía y solidez con la que se coronó campeón el año pasado, ayer Huracán afrontó su primer partido como local en el Federal C, derrotando a El Fortín de Olavarría, por 2-1.

El Globo arrancó perdiendo, lo dio vuelta en una ráfaga y luego protegió la ventaja, quedando como el único puntero de la Zona 10, con 6 unidades, tras su debut triunfal en La Madrid.

Como se preveía, el primer duelo contra los elencos de la ciudad del cemento (el próximo rival será Estudiantes) no fue nada sencillo.

Y eso que Huracán arrancó mejor y casi abre el marcador a los 5 minutos de la mano de Juan Ignacio Gelos.

De a poco, El Fortín se ordenó en el medio, no dejó que su rival haga circular la pelota (el local abusó de los pelotazos cruzados) y se animó a dar batalla.

Para colmo, el primer disparo serio de los dirigidos por Fabricio Torres terminó en gol, promediando el primer tiempo, luego de una escalada a fondo de Edgardo Maldonado.

Como hacía tiempo no le pasaba, el cangrejero se encontró en desventaja (llegó a este partido con casi 500 minutos con la valla invicta) y obligado a recuperar el control de los primeros minutos.

Una buena parte de ese desafío lo resolvió Claudio Apud, quien tiene mil batallas en el lomo, y supo transformar una leve falta del zaguero Bernardo Junger en un penal clave para hacer temblar la estructura del fortín.

A los 36, el Turco cambió la pena máxima por gol, y a los 44, Maciel San Román y Leonel Navarro se hicieron un picnic en la banda izquierda que terminó con un golazo del ex Ferro y Sporting.

Aunque sabía que en el segundo tiempo la misión de defender el 2-1 no iba a ser sencilla, semejante sacudón fue un golpe durísimo para los de Olavarría.

Gustavo Echaniz entendió que lo mejor era controlar la pelota, no meterse en el fondo y contragolpear a un equipo que iba a empezar a dejar espacios en el fondo.

El segundo tiempo fue más luchado y con secuencias típicas de este torneo, llenas de roces y chispazos.

Y ahí fue donde el corazón del campeón liguista empezó a latir más fuerte. Con Emanuel Gonzalía, quien deja la piel a la hora de raspar los pies de los rivales; con San Román, el mejor de los «nuevitos» que ayer se presentaron en el Bruno Lentini y con Navarro, quien hace goles y no tiene problemas a la hora de dar una mano en defensa.

También con la dupla Wilson-Antognoli, cada vez más firme en cada cruce y anticipo, y con su arquero Ezequiel Alonso, quien se perdió el partido de su vida el día del campeonato contra Tiro, pero volvió dispuesto a desactivar todas las bombas (le sacó el 2-2 a Larregina en el final).

Ellos están con los pies sobre la tierra, pero lo cierto es que ayer ni con un fortín pudieron bajar a este Globo de su ilusión. Y el 6 de 6 no está nada mal para arrancar.

Fuente: La Nueva.

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