No pudo repetir victoria Estudiantes ante Kimberley como lo hizo con Racing. Gran acompañamiento del aficionado. El gran ausente por lesión: Federico Marín. Foto: El sector detrás de la banca local, la mesa de control y la cabecera norte, sitios densamente poblados de aficionados.
El Maxigimnasio albinegro una vez mas escenario de una gran jornada del deporte de los cestos.
Las graderías de planta baja con la presencia de espectadores como en las inolvidables noches de las Ligas Nacional y Argentina( ex-TNA).
Es cierto que los amplios sectores de la planta alta estuvieron vacíos, pero la concurrencia fue destacable.
A propósito del marco de aficionados, surge un aspecto un tanto contradictorio con aquellos que acompañan al baloncesto albinegro.
Mas allá de que los protagonistas son casi los mismos en su gran mayoría, en la competencia local los hinchas no aparecen.
Algunos en la víspera mostraron su descontento. Fueron a disfrutar de Federico Marín, y se quedaron con las ganas.
Una molestia no le permitió al «Pajaro» ser de la partida. Nada reprochable para el jugador. Sí pudo escucharse algunas, voces contrariadas y rostros con el ceño fruncido contra quiénes, aducen, debieron alertar a los que se acercaban al espectáculo de que el integrante franquicia del plantel no estaría en cancha. En fin. Cosas del «soberano», es el que paga su entrada y merece ser escuchado.
La ausencia de Marín dejó al descubierto la importancia que engendra en lo puramente basquetbolístico para el elenco del Parque Carlos Guerrero.
En gran parte del juego Estudiantes no tuvo respuestas ante la superioridad manifiesta que mostró Kimberley, fundamentalmente en los cuartos segundo y tercero.
Primer equipo de Estudiantes posando para la posteridad.
Como el «Cholo» Simeone en el Atlético de Madrid en fútbol, Mauricio Beltramella, coach bataraz, tiene en el plantel a su hijo Matías. No debe ser fácil la situación. En la noche del viernes el pibe respondió como nunca. Hizo un gran partido. Se lo merece. Su inclusión estuvo plenamente justificada.
Grande Leandro. Nuevamente, como aconteció ante Racing en la primera fecha, el mas alto de los Mateo expuso su categoría.
Otra vez mas de veinte puntos en su casillero personal y debatiéndose ante pibes, en muchos casos, a los que les lleva alrededor de veinte años.
Repitió como hacía una semana su ubicación en el lugar privilegiado del podio.
La alegría de los marplatenses. Arrancaron el certamen con dos victorias en otras tantas presentaciones,
Francisco Fornes. El olavarriense surgido en Pueblo Nuevo, con paso por Racing, es una de las figuras del Dragón marplatense. Como siempre sus padres presentes en el partido alentándolo.
Iván Leal, también oriundo de nuestra ciudad, ex-Racing. No pudo repetir las labores que viene cumpliendo en su nuevo club donde es tenido muy en cuenta por el Técnico Juan Pablo Tuminello.
Sebastián Serantes y Alex Reyes, los encargados de impartir justicia. Olavarrienses ellos.
Parte de la prensa de la ciudad presente en el Maxi. Los «eternos» como «El Tano» Zangara y Fabián Casanella, «Charly» Pérez, de la nueva generación de cronistas, y Mario Coppola. Se lo extraña a este último con sus brillantes relatos en otroras presentaciones de Estudiantes, dentro y fuera de la ciudad. Le piden que vuelva.
David Suárez en primer plano. Fue el árbitro del clásico. En la foto junto a sus colegas de Olavarría que no quisieron perderse el partido.
Texto: De la R. de «Emblema Deportivo».