Se especula que lo que realmente generó el drástico cambio de autoridades en la Mesa liguista radicó en el descontento de una parte de la dirigencia en cuanto a los nombramientos de los «soplapitos», pagando los platos rotos Pablo Palahy y su gente. Foto: Lisandro Rodríguez y Marcos Palavecino, referentes con diferentes posturas.
Las disimilitudes generacionales entre las personas en muchos casos establecen diferencias no solamente de edad, sino también en la actitudes y pensamientos.
En diferentes órdenes de la vida las miradas no siempre buscan el mismo objetivo, aun dedicándose a la misma profesión. Los tiempos cambian, y las posturas no son las mismas.
Algo así ocurre entre los árbitros de fútbol. El pensamiento de quiénes ejercen esa tarea desde hace largos años, se contrapone al parecer por aquellos que están iniciándose en la difícil misión de impartir justicia en una cancha de fútbol.
No hay verdades absolutas y no es igual en todos los casos.
Claro que en lo que tiene que ver con la creación de una nueva agrupación, al parecer estaría directamente vinculada a la división en cuanto al razonamiento que hacen en su forma de actuar, por un lado los mas veteranos y por otro los que hace poco están ejerciendo.
Lucas Jara, Marcos Palavecino, Adrián Deber, Nicolás Rodríguez, entre otros, forman parte de la incipiente Asociación Olavarriense de Árbitros.
De los que dirigen en la división privilegiada Valentín Pompei, Nicolás Moreno, Lisandro Rodríguez se quedaron en la otra vereda, aunque no se descartaría que Pompei y Moreno cambien de opinión.
Por otro lado en estas horas la nueva agrupación estaría enviando una nota a la Liga de Fútbol poniéndose a disposición aunque con algunas exigencias como la de no compartir terna con los colegas que no forman parte de su nucleamiento.
Por lo que pudo averiguar este portal la creación de esta nueva corporación no está ligada al cambio de autoridades sino directamente a la brecha que los separa de árbitros mas jóvenes en la manera de encarar la profesión.
No trascendió si están o no de acuerdo con la forma en que se realizaban las designaciones, aunque es sabido que no es una tarea sencilla organizar las grillas para la profusa programación de cada fin de semana en el fútbol doméstico.
Y si bien no ha habido una exposición oficial al respecto, se especula que lo que realmente generó el drástico cambio de autoridades en la Mesa liguista radicó en el descontento de una parte de la dirigencia en cuanto a los nombramientos de los «soplapitos», pagando los platos rotos Pablo Palahy y su gente.
Quizás la falta de personal en el Colegio de Árbitros terminó siendo el detonante, aunque faltan pruebas para afirmarlo con todas las letras.
Texto: De la R. de «Emblema Deportivo»