Diego García: «Tengo muchas ganas de seguir jugando»

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El escolta de 40 años, ex- Estudiantes de Olavarría,  fue el protagonista de una  entrevista realizada por parte de APREBA.

Diego García fue el primer jugador en actividad entrevistado por parte de la Asociación de Prensa de Básquetbol de Argentina, y en esta oportunidad, Marcelo Theiler fue quien llevó a cabo la entrevista.

Ambos de San Cristobal, Santa Fe, tuvieron una muy linda charla en donde el escolta que actualmente juega en Unión de Santa Fe hizo un gran repaso por su carrera, lo que se viene después del retiro y sus vivencias a lo largo de su trayectoria.

«Les agradezco por tenerme en cuenta y también el agradecimiento es para ustedes por todo lo que hacen por el básquet todo el tiempo. Sé todo el esfuerzo que hacen y les quiero agradecer».

«Siempre tomé con mucha pasión todo lo que hice, Central Entrerriano me dio un plus y pude dar el salto para el profesionalismo. Tomé el camino más largo, el más difícil, pero fui creciendo, me fui poniendo mejor y entrenando más y así pude jugar mucho tiempo».

«Julio (Lamas) fue la clave, al principio no la pasábamos tan bien porque era muy duro con nosotros en todos los aspectos. El juego, la competencia, los errores, las virtudes, siempre trataba de mejorarnos, sacaba lo mejor de vos. En ese equipo, eso era la base de todo».

«Esa forma de juego ordenada me hizo tomar mucha fuerza y también tomé mucha confianza, fue un gran trampolín porque también me llegaron llamados de la selección argentina. Haber llegado a la selección fue un sueño hecho realidad».

«Fui a jugar a Burgos como extranjero y con contrato garantizado y fueron dos años muy buenos. Eso después me dio la posibilidad de irme a Valladolid, que había ascendido a ACB y jugué 3 años seguidos, no me puedo quejar. Más allá del deporte lo tomé como una enseñanza el haberme ido allá, hay muchas cosas que cambian».

«No era mi objetivo volver en el 2012, no lo pensaba porque ya iba a tener mi segunda hija. Pero estaba en ACB y quería un escaloncito más ahí. Acá me tentaban de venirme con años garantidos, y además la familia estaba acá. Yo creo que igualmente podría haber jugado 3 o 4 buenos años de calidad. Pero noté que, si no pegaba el saltito a un equipo con otras aspiraciones, no me quería quedar en el mismo lugar».

«Me cerró justo el hecho de volver a Santa Fe y que acá esté la familia, fueron 2 años muy lindos. Después me llegó el llamado de Silvio (Santander) para ir a Quimsa que quería ganar la liga e hicimos un torneo grandioso».

«Antes, la selección del 2004 iba a todos los torneos, pero se amplió el cupo de jugadores para ir a otros torneos, que igualmente representaban una gran presión porque la Generación Dorada siempre fue competitiva en todos los torneos».

«Siempre iba a los Sudamericanos y a los Premundiales con la ilusión de ganarme un lugar. El otro día vi la nota que hicieron con el Pipa Gutiérrez y es verdad, siempre estábamos ahí peleando un lugar. Eso hizo que el nivel de la selección levante».

«Uno siempre busca variantes en el juego cuando van pasando los años, la parte física va bajando pero lo mental sube. Hoy juego con 40 años porque usó mucho el tiro, pero hay cosas que ya no puedo hacer».

«Yo tenía 35 años cuando fui a Quimsa como capitán. Tenía otras responsabilidades y teníamos la exigencia muy arriba, además teníamos un entrenador que no te dejaba bajar las exigencias».

«Soy una persona muy tranquila, que me hago querer porque más allá de lo deportivo tenés que estar bien en el día a día, siempre busqué el respeto, incluso más que la parte deportiva».

«Quería seguir en Quimsa porque estaba muy comodo, tenía un gran contacto con la gente y con los dirigentes también, pero Silvio se decidió por otros jugadores y cambiar la estructura y está bien, las cosas se aceptan. Fui a La Unión de Formosa en donde tuvimos buenos torneos, pero algo irregulares. Después fui a Guaros en Venezuela en donde ganamos la Liga Sudamericana. Guaros es una gran franquicia, donde se acostumbra a ganar casi todo lo que juega».

«En Venezuela estuve muy bien, estuve con un español y un francés que no estaba acostumbrados a estar en Sudamérica, pero teníamos gente que estaba muy pendiente de nosotros que nos llevaba a entrenar, tirar, a comer. Fue una vida distinta pero buena, estábamos todos en el mismo hotel de la franquicia».

«Lo que se vive en Mar del Plata con el básquet es algo increíble y por suerte pude entrar bien en el grupo, pudimos hacer una buena recta final y nos escapamos del descenso. Ya después con 38 años fui a jugar a Ramos Mejía para jugar el Federal con una propuesta muy interesante desde la parte dirigencial».

«Me planteo año a año si sigo jugando. Sinceramente tengo muchas ganas y quiero cambiar la alimentación, la suplementación. Mientras se pueda y mentalmente esté bien, voy a seguir».

«Va a ser difícil después del retiro, empecé a hacer cosas como una fábrica de suplementos, no solo deportiva sino para el bienestar general. Pero igualmente no tengo bien decidido que voy a hacer».

«Para poder hacer una carrera es fundamental tener el apoyo de la familia y yo lo tuve».

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