Los árbitros y la Liga de Fútbol: complejidades de una relación no acorde con los tiempos de hoy

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Diferencias en lo económico que ponen al descubierto situaciones a las  que urge regularizar. 

Ha trascendido por los propios protagonistas de diferencias entre los árbitros que dirigen el fútbol oficial y la Liga.

No resulta fácil explicar las motivaciones de este diferendo, teniendo en cuenta que su análisis reviste distintas facetas y que invariablemente todas tienen que ver con todo y están concatenadas entre sí.

El origen de las divergencias seguramente surgen por lo económico, pero han derivado a otros estamentos  de los que,  ni dirigentes ni árbitros podrán desentenderse en el futuro.-

Desde el punto de vista monetario todos tienen derecho a mejoras, y mas aun en la actualidad con una inflación galopante.

Claro que la actividad es sabido  no genera lo que consume, casi se juega a pérdida con el agravante de que los principales protagonistas que son los jugadores, la mayoría no cobra o percibe cifras irrisorias.

El fútbol liguista es extraño: árbitros, técnicos, fuerzas de seguridad, hasta los cancheros perciben una remuneración, y las estrellas que son los jugadores son los últimos orejones del tarro.

Desde esa  óptica cuesta hacer un esfuerzo para que los árbitros reciben una mejora, que seguramente merecen, y los futbolistas que se arreglen.

Otro punto a tener muy cuenta es blanquear o regularizar la relación que los árbitros tienen con la Liga de Fútbol.

Los tiempos han cambiado. Hoy es muy exigente la faz impositiva, el tema de los seguros y si realmente se consideran empleados o no de la Liga de Fútbol.

Lo saludable y a los efectos de prevenir situaciones litigiosas en el futuro,y no caminar fuera de lo que dicen las leyes laborales,  los que dirigen fútbol o tendrán que tener una relación de dependencia con la Liga, contrato laboral » par-time» mediante,  en forma individual,  o deberán formar una asociación o cooperativa con personería jurídica y un CUIT que empiece con el numero 30 ( corresponde a Personas Jurídicas) la que será quién facture a la Liga y  luego por su cuenta lo distribuya entre los árbitros.

Será resorte de la citada Cooperativa o Asociación  la que disponga  que monto le corresponde a cada juez por su tarea de juez o juez de línea,  y por la jerarquía y prelación  que ostenta en el marco de su profesión.

Esto permitirá además a las Ligas  analizar y elegir  las ofertas de distintas cooperativas o asociaciones que seguramente mejorarán las prestaciones producto de la competencia entre las oferentes.

Finalmente y debiera ser lo primordial, es determinar quién juzgará  la capacidad de los árbitros.

Hoy es la Liga a través de su Colegio, y éste será el  ente  que deberá determinar en adelante  quién está en condiciones de ejercer la profesión,  ya sean de la Asociación de Arbitros o de algún otro nucleamiento, o ambos en paralelo,  que cumpla con los requisitos para impartir justicia en un campo de juego,  y también porque no, obligarlos a concurrir a cursos, clases y otros tipos de perfeccionamiento que la propia Liga podrá inclusive usufructuar.

Texto: Carlos Zangara

 

 

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