«Juani» Gutiérrez Schaffner describe las emociones de la clasificación argentina

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Como tantos olavarrienses vive un momento único en Rusia y lo comparte con los lectores de «Emblema».

Una vez mas Juan Gutiérrez Schaffner, olavarriense, nos deleita a la distancia lo  que está viviendo en Rusia con motivo del Mundial.

Resulta fantástico leer las sensaciones de un joven argentino que se deslumbra y sorprende ante inimaginables experiencias,  en un país  organizado y en un acontecimiento ecuménico, y por ende con lo que significa estar al lado de la Selección Argentina.

— ¿Con cuantas horas de anticipación llegaron al estadio ?
— » Nos tomamos el tren «free» de la FIFA que salió a las 2:30 de Moscú a San petersburgo. Llegamos a las 12, largo viaje. Pero fuimos durmiendo ya que  son trenes con cama. El estadio se encontraba bastante lejos de la Terminal de ahí que los  argentinos  copamos la línea de subte que llevaba al escenario».
— » Durante el día del partido los transportes públicos son gratis. Así que cálculo que a las 13 estábamos en el Estadio. El predio Zenit es enorme y espectacular, así que nos dimos el lujo de recorrerlo. A medida que transcurrían las horas,  los alrededores  se colmaban  de casacas albicelestes.  Ya antes del cotejo  estaban los argentinos que se empezaban a juntar y a cantar, compartiendo la alegría de estar ahí y ratificando la confianza en esta selección. Obvio que había mucho nervio, mucha ansiedad, mucha tensión.»
– ¿ que pasó por la cabeza tras el empate de Nigeria? 
— » Con el gol de Messi la gente se volvió loca cantando más fuerte que nunca. Cuando cobran el penal todos nos miramos,  no lo podíamos creer. Y cuando hacen el gol sentíamos que algo se nos escapaba de las manos, Argentina venía jugando bien y se merecía ganar. Verdadero baldazo  de agua fría. Pero al minuto la gente reaccionó. El segundo tiempo se alentó como nunca. Y cuando sentíamos que nos quedábamos afuera viene el gol de Rojo y no se puede  explicar con palabras, hay que vivirlo. Se unieron todas las voces en un solo grito de gol. Se liberó toda la tensión, el nerviosismo, la ansiedad, la espera. Todos llorando, abrazándote con los de la izquierda, derecha, arriba, abajo, todo el que estuviera llorando. Fue un momento de felicidad plena, esos que llenan el alma, de los que no te olvidas jamás. A partir de ahí creo que nadie más vio el partido era cantar saltar y abrazarse con los ojos vidriosos y la sonrisa de oreja a oreja.
–¿ Hubo festejos de la hinchada argentina tras la clasificación?
— » Afuera seguíamos de fiesta pero nos fuimos diluyendo porque había que tomar los transportes. En mi caso a las  tenía el tren de regreso a Moscú como muchos otros que volvieron en el mismo. Teníamos una hora para llegar a la terminal. Así que no hubo tiempo de mucho festejo. Cansado afónico y feliz me tomé el tren a Moscú.
¿ Hubo incidentes?
— » No hubo incidentes, ninguno, fue una fiesta, presencia policial y militar como en cada partido, pero no intervienen para nada, dejan que la gente disfrute. Una organización perfecta de cada encuentro, reflejo propio de como es su sociedad.»

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