La reestructuración no nos cierra, ojalá estemos equivocados

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Opinión editorial de «Emblema Deportivo» sobre el tema. 

De alguna manera el mundo del fútbol del interior estaba esperando modificaciones en la forma de establecer la estructura de los torneos del Consejo Federal.

No eran pocas las voces de nuestro medio que reclamaban otra manera  en el número de equipos que participan por liga.

En Olavarría con Ferro y Racing en el Federal “B”, y con Estudiantes y El Fortín con chances de poder llegar, o disputando el “C”, que espacio queda para la desprestigiada competencia liguista    ( ojo, depredada por los propios actores, que quede claro. Ya nos referiremos a ese ítems. )

La falta de efectivos policiales, jugar entre semana, jugadores amateur, situación insostenible.

Que los torneos federales hayan invadido los calendarios, que el número de participantes hayan  aumentado en forma desproporcionada  e  ingresado instituciones  con pocos socios, sin estadio, y sin posibilidades económicas para dar un salto de calidad que es lo que propiciaba  la competencia en sí ( buscar ascender) no ha sido responsabilidad precisamente de los las ligas, ni de los propios clubes ( aunque haya algunas irresponsabilidades).  Ha sido producto de la avaricia propia del ente rector ( El Consejo Federal), sin regulación alguna y sin el mas mínimo análisis de la realidad región por región del país.

A eso hay que agregarle que loa mayoría de los  representantes de dichas ligas ante el Consejo ( no todos) se han  distinguido por aceptar todo lo que resuelve la máxima autoridad, sin el más mínimo resguardo de los intereses de sus propios clubes,  obteniendo por esa obsecuencia  en muchos casos viajes con delegaciones de AFA a torneos internacionales, pernoctar en hoteles lujosos y  también acceder a viáticos que le ayudan en su economía familiar.

Un combo muy tentador y difícil de rechazar, aun a sabiendas  que uno se convierte en un elemento útil a los mandamás de turno que en no pocos ejemplos conocen casi nada  de lo que ocurre en los pueblos con el fútbol.

No escapa a la realidad que en muchas instituciones ( pasa en Olavarría)  la actuación en los Federales se debe al  aporte de personas que de su pecunio, de sus relaciones, consiguen el dinero para afrontarlos. Su alejamiento por cualquier causa ha sido motivo de desagradables penurias económicas para la entidad que representaban o directamente tener que bajarse de la competencia.

Es distinto   a lo que ocurre con los equipos afiliados directamente a AFA. Si en Banfield por ejemplo cambian las autoridades  la institución seguirá jugando en el profesionalismo. Aquí no es  así. Si ciertas personas dejan Racing o Ferro, por citar algunos ejemplos, no pueden seguir en la categoría. No escapa a la verdad que a ninguna entidad se le pone un revolver en la cabeza para obligarla a ser de la partida. Cada una es responsable de sus actos.-

Es cierto que eso alguna vez tendrá que terminarse, y los recursos de una participación deberán ser genuinos, como ocurre con Nueva Chicago, Chacarita, Rosario Central, por citar algunos, que no dependen de decisiones de algún Mesías., que un día se enoja y deja todo tirado.

Lo que parece inadmisible es que se modifique una estructura de años con una cirugía tan urgente, sin anestesia, y eliminando objetivos  confirmados largamente.

Se ha impuesto una reestructuración en la mitad de un torneo cuyo objetivo ha quedado sin sentido ( se quiere justificar con otras derivaciones a lograr), y ha importado muy poco el trabajo previo de clubes que ya habían empezado a prepararse para el segundo semestre.

A priori habrá futbolistas, técnicos, preparados físicos que se quedarán sin trabajo. Emparejar para abajo difícilmente traerá aparejado un mejoramiento de nuestra competencia local.

Potenciar un campeonato no tiene secretos. Su obtención debe deparar una competencia superadora. Los equipos deberán reforzarse con jugadores de jerarquía. Es la única manera de incentivar a los aficionados, y cabe la pregunta:  ¿ Están las entidades en condiciones económicas de hacerlo ?

¿ Podrán todas las Ligas someterse a los nuevos lineamientos del Consejo Federal ?

¿ Es el paso previo a la desaparición de ligas chicas como la nuestra con apenas diez equipos sin contar con los de campaña que históricamente han ubicado a nuestra casa del fútbol en una categoría que sabemos, entre nosotros, no ostenta  ?

¿ Por qué no se hizo una reestructuración escalonada, de a poco, preservando los intereses de todos, estudiando regiones, y velando por los intereses de todos los actores?

¿ Como se digiere que numerosos dirigentes de clubes en sus pagos chicos renieguen de esta reestructuración y en el seno de la casona de la calle Viamonte se haya votado por unanimidad ?

El tiempo será  testigo si el paso dado ha sido para mejorar o contrariamente conspirará tierra adentro  con el desarrollo de nuestro deporte mas popular por excelencia.

Texto: Carlos Zangara.

 

 

 

 

 

 

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