Urgencias, poca paciencia, proyectos sin sustento

Facebooktwittermail

La falta de resultados y otras yerbas,  detonantes explosivos en el convulsionado fútbol de hoy, de la que son víctimas Ferro y Racing.  Embajadores: realidad  atípica. Foto: Girardengo y Di Carlo en un encuentro casual en la Liga. 

Foto: Juan Erreguerena saliente DT de Ferro.

Las expectativas que se habían generado en torno a las campañas de Ferro y Racing en al arranque no fueron las mejores.

Prematuramente y cuando había perdido un solo partido el ciclo Girardengo en los chairas se interrumpió abruptamente.

Declaraciones rimbombantes, diferencias con algunos jugadores,  actitudes personales que no le cerraban a parte de la dirigencia motivaron la salida anticipada.

En Ferro la situación fue diferente. Claro que después de siete partidos y con solo dos triunfos, el propio Erreguerena se adelantó a la  decisión de los dirigentes  que seguramente iban a prescindir de sus servicios.

En ambos casos lo que ha llamado la atención es la libertad otorgada por parte de la dirigencia a los responsables de los cuerpos técnicos para que sean quiénes discrecionalmente elijan  los jugadores  de acuerdo a su paladar y además otorgándoles la potestad de decidir sobre el futuro de futbolistas del riñón de esos clubes, separando en muchos casos a jugadores identificados con esos colores.

A poco de andar  aquellos que respaldaban los planteles actuales ( los coach) ya no están. Como quedan parados sus integrantes si quiénes lo llevaron  ya no son los orientadores.

Los nuevos responsables tienen que digerir el plantel que les toca y adaptarse a ellos aun cuando su idea no es la misma y por ahí los  intérpretes  de ese estilo no son los  que cuentan en el plantel que encontraron.

Tanto en Ferro como en Racing pasaron situaciones como las que se describen. En los carboneros hubo un poco de mas paciencia ya que el alejamiento del cuerpo técnico al parecer está centrado únicamente en la falta de resultados y en Racing quiénes convivieron el corto proceso de Carlos Girardengo hablan de  un entorno que se hacía insostenible.

Vaya a saber uno como es la verdad realmente.

En Embajadores la realidad  es diametralmente opuesta. Tras un comienzo dubitativo el equipo se fue encontrando. Claro que se da un caso poco común. Es un club de familia, el técnico ( El “Tero” Di Carlo )  es prácticamente todo, es el dirigente, el que reúne  casi todos los recursos, el que va a la Liga, el que contrata los jugadores, es el presidente aunque no figure. Nadie en el club tiene el derecho  ni la autoridad a pedirle  que de un paso al costado, si hubiera sido necesario.  Esa  continuidad le permitió   asentarse en lo futbolístico.  Tuvieron paciencia,  la que faltó al parecer en Racing para corregir las cosas, la que se estaba terminando en Ferro por  falta de resultados.

 

Facebooktwittermail

Comentarios

Comentarios