Un «tiempo muerto» del técnico Leandro Hiriart sobre el final desató la tormenta que no pasó a mayores pero creó un clima áspero e innecesario. 79-87 fue el resultado.
Faltaban poco segundos para el final, el resultado era ya cosa juzgada. Deportivo Viedma se llevaba dos puntos de oro del Maxi, cuando a falta de seis segundos Leandro Hiriart DT visitante solicitó un minuto de tiempo computable en la mesa de control.
Espontánea reacción del plantel bataraz, Portillo fue el abanderado, Gustavo Fernández no se quedó atrás ( ya le habían cobrado un técnico por protestar airadamente) y el descontrol se adueño del final en el recinto albinegro.
No es la primera vez que pasan situaciones de este tipo. En básquetbol acciones como la que nos ocupa son consideradas una falta de respeto . Sabrá Hiriart porque lo hizo, ya que el partido terminaba sin sobresaltos. Propios y extraños reconocían que la victoria quedaba en buenas manos.
Igualmente no concebimos una repulsión tan desmedida de los bataraces. El equipo había entregado todo, había hecho un muy buen partido contra un gran rival. Hay que tomarlo como de quien viene. Allá Hiriart con su actitud, que el mundo del básquetbol lo juzgue.
Ahora puede llegar una innecesaria multa, y pudo ser mas grave de no mediar la labor eficaz de dirigentes como Arouxet y Maxi Emiliozzi que pusieron paños fríos.
También hubo una pequeña escaramuza entre unos doce simpatizantes de Viedma que llegaron a Olavarria con un grupito de hinchas de Estudiantes que felizmente no pasó a mayores.
En lo deportivo fuimos testigos de un juego electrizante, con situaciones cambiantes y resultado incierto casi hasta el final. Mérito grande del bataraz que no se entregó nunca y debió lidiar con dos extranjeros muy altos, atléticos, y contra los que no es fácil.
De ahí que merece destacarse el trabajo de Domínguez ( se jugó un partidazo), el despligue de Rodriguez Sánchez ( ¿ cuando no ?), y los puntos de Arese ( recuperado de labores anteriores).
Faltaron los puntos de la media cancha ( Figueredo, Portillo y compañía) y cuando eso ocurre Estudiantes los sufre y mucho.
A Mccullough y Nwogbo, éste último imparable, no debe descartarse el mérito de Pedro Franco ( infalible además en el final desde la línea) de Grun, Gaynor, y Knetch a la hora de las conversiones ante las reacciones batarazas.
Pobre labor arbitral de Rosas y Reyes Borras.
Texto: Carlos Zangara.
SÍNTESIS: ( Cortesía Gabo Foti)
Estudiantes (79): D. Figueredo 7, L. Reinaudi 6, R. Sánchez 14, S. Arese 10, E. Domínguez 18 (FI); L. Portillo 7, A. Brocal 8, I. Galardo 0 y J. Gamazo 9. D.T.: G. Fernández.
Deportivo Viedma (87): P. Franco 14, A. F. Grun 13, T. O. Mc Cullough 10, M. Gaynor 12, L. Nwogbo 22 (FI); M. Tabieres 7, Knecht 9 y M. Eidintas 0. DT.: L. Hiriart. Parciales: 24-17, 37-36 (13-19), 54-60 (17-24) y 79 a 87 (25-27).
Árbitros: Rosas y Reyes Borras
Maxigimnasio “Parque Carlos Guerrero”
Foto: Andrés Chavarri