Elecciones o unidad en el futuro fortinense

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Incertidumbre de cara a la  inminente Asamblea de la populosa entidad de las Avenidas Urquiza y Pellegrini.

 

foriunoiQue lejos quedaron aquellas gestiones patriarcales de los Arouxet, de los Bellingeri, que durante años regían los destinos de El Fortín, entidad que se hizo grande bajo la tutela de tamaños apellidos.

Pero también es bueno reconocer que otras generaciones de dirigentes también trabajaron y mucho para el crecimiento de la institución.

Citar a los últimas administraciones  de dirigentes  podría derivar a omisiones injustas. Es bueno  destacar que El Fortín ha seguido creciendo, con contratiempos, con divisiones innecesarias de puertas para adentro, con algunos balances que no han cerrado de la mejor manera, es cierto, pero con gran amor por el club.

Es muy difícil encontrar voluntades para trabajar «ad – honorem».Pasa en muchas instituciones, de ahí que hay que rescatar y cuidar los que desinteresadamente laburan sin pedir nada.

Se sabe que el Dr. Lanceta no se postulará para continuar. Que varios socios, en su mayoría jóvenes, están seduciendo al Contador Russo para que vuelva a ocupar el cargo que alguna vez ostentó.

Por otro lado un histórico como Antonio Bellingeri, hijo del gran caudillo, estaría dispuesto a volver a tomar las riendas del club, tarea que alguna vez hizo.

Un grupo de socios conspicuos acompañarían su gestión.

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Es un momento muy trascendente en la vida fortinera. Mas allá de las obras que se han hecho últimamente, el básquetbol ha sido invitado a jugar el Torneo Federal, y ese cometido acarreará un esfuerzo que precisa de manos voluntariosas, de trabajo en equipo, que además le daría un gran prestigio institucional.

Es conocido que hay personas dentro de las listas que no están tan de acuerdo con profesionalizar deportes como el fútbol y el básquetbol, que prefieren una competencia doméstica. Todas las opiniones deben ser respetadas.

Las elecciones debieran servir para enriquecer la vida institucional. Ojalá así sea si se hacen. Pero de su realización o no, no debe depender la unidad  que un club como el que nos ocupa merece, por sus hinchas, sus deportistas, sus socios, por una barriada que siempre se sintió identificada.

Texto: Carlos Zangara

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