Sería saludable la presencia de personal de seguridad en la segunda final por el Oficial de 1ra. local en el básquetbol de la ciudad.
En buena hora que existe esa rivalidad entre los equipos popularmente apodados «del riel». Como ocurre en todas partes del mundo los enfrentamientos entre «archirrivales» genera una adrenalina especial entre jugadores, cuerpo técnico, el público. Es fantástico. No debiera perderse nunca.
Felizmente continúa entre Ferro – El Fortín, y nos alegra que eso ocurra.
Y si bien es cierto que normalmente no pasa nada, y que existe una gran camaradería entre los planteles y dirigentes de ambas entidades, no escapa a la realidad que en el fragor de la lucha la posibilidad de un roce, de una protesta airada, de una decisión polémica son aditamentos que pueden generar una trifulca, que por pequeña que sea muestra la faceta desagradable que nadie quiere ver.
En el enfrentamiento del pasado miércoles en el » De la Vega» dos allegados al local increparon a uno de los árbitros, lo que motivó que el damnificado pidiera la salida de ambos del gimnasio. Nadie se hacía cargo de solicitarle a los «protestones» que se retiraran. No había policías ni hombres de seguridad privada que tomaran la iniciativa. Que hubiera pasado si los expulsados se negaban a aceptar la invitación para abandonar el recinto. Quien ponía coto a la situación si el suceso derivaba en un momento ríspido.
Evitemos actos desagradable. La presencia de agentes del orden debiera ser una obligación. Como ocurre en el fútbol. Mas vale prevenir que tener que lamentarnos mas tarde.-
Texto: «El Tano» Zangara para www.emblemadeportivo.com.ar